martes, 14 de octubre de 2008

4'000.001


Acabo de mirar en la TV un documental, un tanto informal acerca de los nacimientos, de la diferencia entre uno y otro. Es un documental ya de hace años que lo repitieron (que raro), era acerca del bebé numero 4'000.000 de cierto país. Con bombos y platillos, la cobertura de la prensa, patrocinadores de pañales, comida y todo para esperar el nacimiento del niño número 4 millones, como lo sabían exactamente?... no se ahi si me quedo la duda, que tal si nacía otro antes, mas que seguro que si, deben haber sido varios. Pero publicidad es publicidad.
En fin, el documental se trataba de este niño, famoso desde antes de nacer, y el contraste con el nacimiento de otro bebé en el mismo hospital: el número 4'000.001. Su madre otra niña de 14 años, víctima de una violación. En fin, hasta ahi la historia de la madre, no quiero poner el toque amarillista a la historia. Este bebé no correria con la misma suerte que el otro, solo por que le toco el siguente turno en el hospital.
Eso fue lo que me quedo sonando. Me acordé de la pelicula "El Efecto Mariposa", el simple hecho de que su mamá agarrara el siguiente turno le cambio la vida a este bebé.

Será que las cosas tan pero tan pequeñas, las que ni tomamos en cuenta, nos pueden cambiar así la vida?

4 comentarios:

Odiseo de Saturnalia dijo...

La vida está hecha de cosas muy pequeñas que nos hacen cambiar de camino... y caminar no es fácil.

Miremos por tanto el paisaje que nos muestre cada momento, y hagamoslo nuestro.

No queda otra.

Un beso.

Joy dijo...

Yo creo que si! hay momentos, instantes, incluso solo segundos, en los que alguna cosa, por más pequeñita que sea, cambia el rumbo de nuestra vida.
Y, como la mayoría de esas veces no nos daremos cuenta, no nos toca más que vivir ese instante como si luego ya no hubiera nada más :)

Saluditos!

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Empero, después de caminar y caminar, descubres que no hay tales coincidencias y que, lo que en realidad existe es la causalidad...

Bendiciones

Isaac

Valeria dijo...

lo he comprobado!!

sencillamente:

Reir cuando hay motivos para Reir,
Si hay que llorar hacerlo con igual intensidad, vivir cada momento y el camino que venga sera el mejor!!...

:)